Descripción
Bazan Cuba a través de las palabras del fotografo
“Necesité solamente catorce años de vida y fotografiar en Cuba, dos años intensos de edición, de diseño grafico y finalmente la impresión para poder sacar a la luz este trabajo.
Desembarcado en Cuba por primera vez, casi por casualidad, en el otoño de 1992, comencé una love story con la isla que duro catorce años. Por las calles de la Habana volví a encontrar mi niñez siciliana perdida e inconscientemente buscada en vano en muchos viajes alrededor del mundo.
Por tantos años había fuertemente deseado Cuba como se desea una mujer que encuentras y no logras quitarte más de la cabeza. Estoy casi seguro de haber vivido ahí en otra vida.” escribí en las paginas de mi diario. Y ahí encontré a mi compañera de vida, Sissy, y de nuestra unión, nacieron nuestros gemelos Pietro y Stefano.
El libro de 280 paginas contiene ciento dieciocho fotografías dividas en seis capítulos, pasajes de mi diario, hojas de contacto, reflexiones y citas de autores que resumen mi filosofía de vida y de trabajo.
Unos de los aspectos extraordinario de este libro, impreso sobre papel mate muy especial utilizando unas tintas creadas especialmente para la ocasión, ha sido la participación coral de más de cuarenta de mis estudiantes. Desde hace más de quince años, me dedico exclusivamente a impartir mis talleres en América Latina, en Nueva York y en mi tierra natal: Sicilia.
La selección de las fotografías, la secuencia y la realización del layout del libro han sido las etapas que hemos compartido. Pero la ayuda de mis fieles alumnos no se limitó solamente a esto… Gracias a ellos hemos logrado autoproducir la publicación de mi trabajo. La gran generosidad de mis estudiantes que pre-adquirieron copias de la edición limitada del libro, que contenía una copia impresa en sales de plata, firmada y numerada, ha sido muy importante por el proyecto. El haber logrado mantener el total control de cada fase de la producción me permitió contar mi historia de manera personal e intima, manteniendo la plena soberanía de todos los contenidos.
El libro conjuga un enfoque de reportaje en lo que busco, fotografiando gente desconocida, encontrada por algunos segundos en las calles de la isla, para captar la quinta esencia del vivir cotidiano, y un acercamiento más intimo y personal en las fotos que retratan varios momentos de vida de mi familia y de mis queridos amigos campesinos con los cuales compartí largos periodos en el inolvidable campo cubano que a menudo me recordaba de mi tierra.
Bien lejos de ser un espectador externo tirado con un paracaídas en la isla por un tiempo limitado, escogí vivir desde dentro esta experiencia de vida irrepetible, mezclándome con los cubanos, convirtiéndome en uno de ellos, compartiendo sus regocijos y sus dolores. Cuando hablo de mi trabajo me gusta citar a menudo Rainer María Rilke, unos de mis mentores: “El tiempo no se mide, un año no cuenta, y diez años son nada. Ser artista no significa enumerar ni contar, sino madurar como un árbol que no apresura su savia y se queda confiado durante las lluvias de primavera, sin tener miedo a que finalmente el verano no llegue. Llega. Pero solo para aquellos que son pacientes, que están ahí como si la eternidad yaciese por delante tan descuidadamente silenciosa y vasta. Lo aprendo cada día de mi vida, me provoca mucho dolor. Y sin embargo le estoy agradecido: la paciencia lo es todo”
En el mes de mayo del 2009 el libro ganó el primer premio en el New York Photo Festival y la medalla de plata al Festival de los Editores Independientes.
Bazan Cuba através de la postfaccion de Vicki Goldberg
La singular aparición de Bazan Cuba no es lo que cualquier cámara registraría, sino solamente lo que la mirada de Ernesto, y de nadie más, podría ver. Ni una sola de las miles de imágenes que existen de Cuba, tomadas por fotógrafos cubanos y extranjeros, se asemejan a éstas. Las imágenes aquí presentadas llevan el nombre del fotógrafo como sello, sus percepciones, sus pensamientos, y cuentan una historia que sólo le pertenece a él.
Él visitó Cuba varias veces de 1992 a 1997, se enamoró de Sissy, una cubana, con quién se casó en el ‘97 y ahí puso raíces. Cuándo nacieron Pietro y Stefano, sus hijos gemelos, los lazos que lo unían a la isla se hicieron aún más estrechos. Su respuesta en blanco y negro, saturada, como su triste amor por ese país, fue una perfecta correspondencia con la condición que vivía la isla. En los años noventa se había tropezado por casualidad con un momento histórico en Cuba que Fidel llamó eufemísticamente «el período especial», cuando la Unión Soviética, el gran aliado (ideológico y económico) de Cuba colapsó y la isla cayó en una espiral de privaciones y cambios radicales.
La Cuba que Ernesto mira con intimidad, fervor, afectos ardientes y calma oscuridad, es maravillosamente lúgubre como un cuento contado de noche bajo la cortante luz de las velas.
Bazan nació y creció en Sicilia, estudió fotografía en la Escuela de Artes Visuales en Nueva York, y visitó Cuba por primera vez en el 1992 diez años después de graduarse.
A la edad de diecisiete años, en sueño escuchó claramente las palabras: «Debes ser fotógrafo».
Bazan Cuba es a su manera una historia de amor, complicada, como lo son las historias de amor, pero una historia de amor al fin y al cabo, entre un fotógrafo y su país reclamado, o exigido.
Un día del 2006 recibió una notificación policial en la cuál se le prohibía enseñar fotografía en sus talleres. Sin ninguna razón explícita. También le advirtieron que de no acatar las órdenes, él y su familia correrían peligro. Se fueron de Cuba.
–Vicki Goldberg
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